CHICHO: Y bueno…, empezamos a caminar.
CARMELO: ¿Para dónde?
CHICHO (señala de forma imprecisa): Para allá.
CARMELO: ¿Y?
CHICHO: Y bueno… Charlando, charlando…, llegamos al Italpark.
CARMELO: ¿Al Italpark? ¡Pero son como doscientas cuadras!
¿Cómo es posible que actualmente ya no exista el Italpark de Buenos Aires cuando fue conocido durante muchos años como el mejor parque de atracciones de Sudamérica? Italpark fue fundado en 1960 por los hermanos Zanon, una familia italiana que hasta ese momento solo había fabricado aparatos y máquinas para otros parques. El suyo se convirtió al poco tiempo en un éxito, por lo que año tras año fueron añadiéndole nuevas atracciones mecánicas: una montaña rusa, coches de choque, un teleférico, El tren fantasma…
La decadencia del Italpark empezó a mediados de los 80. En 1989 se sucedieron varios accidentes e incendios en diferentes atracciones sin víctimas mortales, hasta que en 1990 una de estas negligencias se llevó por delante la vida de una joven de quince años. El juez ordenó el cierre provisional del parque para realizar una inspección de las medidas de seguridad en la que salieron a la luz la falta de escrúpulos de los dueños del parque y la complicidad del gobierno local: no se llevaban a cabo los controles técnicos necesarios y el mantenimiento de las instalaciones era muy deficiente. Tres meses después se volvieron a abrir las puertas al público, pero a los pocos días los dueños decidieron dar punto final a Italpark por dificultades económicas. El gobierno compró el terreno y en 1994 lo convirtió en el actual parque Thays, un espacio verde de cinco hectáreas.
