Hace poco más de treinta y siete años, un hombre llamado Héctor Olivera se reunió con Roberto ‘Tito’ Cossa en Argentina para charlar sobre su devoradora abuelita. Aquel hombre era director de cine y quería que el escritor trabajase con él en un guion basado en su obra.
Tiempo después, en un día como hoy, llegó a los cines La Nona, un largometraje producido por Aries Cinematográfica Argentina y con Pepe Soriano en el papel de Carmen Racazzi, el verdadero nombre de la protagonista (un detalle que, por ejemplo, no se mostró en el papel).

A Soriano le acompañaron Juan Carlos Altavista, Osvaldo Terranova, Eva Franco, Nya Quesada, Graciela Alfano y Guillermo Battaglia en los respectivos roles de Chicho, Carmelo, Anyula, María, Marta y Francisco. La película tuvo muy buena acogida y a día de hoy es considerada uno de los mejores clásicos de toda la filmografía del país.
El guion parte por entero de la obra original, copiando al dedillo los diálogos importantes, pero su alcance es mayoritario por cuanto que el escenario se amplía. Desde el primer minuto podemos ver a Carmelo machacándose en su puesto antes de llegar a casa para la cena. La cámara graba primeros planos de los alimentos conforme estos se van preparando, al mismo tiempo que una banda sonora animada suena de fondo y es que, al margen de la interpretación que cada uno pueda tener de la obra, el filme parte de un tono cómico con tintes juguetones. La Nona muestra su cara más infantil e inocentona (pero el final sigue siendo el mismo).


Los apagones no existen y la trama se desarrolla sin interrupción en un contexto realista, por lo que todas las elipsis del texto aparecen por primera vez y el espectador tiene la oportunidad de moverse por otros lugares como el café donde Chicho y Carmelo discuten sobre su futuro, un hospital, un restaurante y hasta el Instituto de Antropología de Buenos Aires. También hay más personajes secundarios (médicos; policías; investigadores; vecinos como Luque, Vicente y Poronto, etc.).
La experiencia del teatro no es igual que la del cine. Gracias al trabajo de Cossa podemos disfrutar de lo mejor de ambos mundos. Pepe Soriano, sin ir más lejos, ya había interpretado a la vieja sobre el escenario, dirigido por el autor. Para su versión se inspiró en uno de sus papeles anteriores: el del abuelo italiano del programa Don Berto. Sin duda el filme es una buena muestra del excelente trabajo de este actor (en especial con el cocoliche, el dialecto de nuestra «Nonita», como diría Chicho).

Para quien le haya picado la curiosidad, la película está disponible en YouTube, aunque hemos de preveniros de los spoilers que podáis encontraros (aunque por supuesto obra y largometraje no son enteramente lo mismo). Así que ya sabéis, coged vuestro paquete de pochoclo y disfrutad de las imágenes.

